Cuando creamos este blog, nunca pensamos que tendríamos que escribir cosas como estas. Pero si estuvimos en todas y cada una de las finales, en cada uno de los momentos importantes del Sevilla FC, también hemos estado en la capilla ardiente por Antonio Puerta.
Nacho y Javi han estado esta mañana en el estadio. Espero que nos cuenten aquí qué es lo que han visto y, sobre todo, sentido.
5 comentarios:
no tuve los cojones de ir a verlo,
dios que dolor
ofu
Sentir, lo que he sentido es mucha pena. Y compasión por la familia, los padres (perder a un hijo ya se sabe que tiene que ser durísimo).
También fue muy triste pasarse por las puertas 27, y sobre todo la 16 que aunque da para fondo, atrás, parece que no se le echa mucha cuenta pero merece la pena visitarla.
Lo que he visto: pues el ataúd cubierto de banderas: la del Sevilla y la de España (por eso de la internacionalidad), he visto también béticos con sus camisetas y bufandas en la cola, he visto también niños (no muy pequeños, la verdad), he visto a Caparros, Aitor Ocio, Pablo Alfaro... y otros que no recuerdo si los vi allí o en la tele, he visto dos copas de la UEFA, una de supercampeón de España, el trofeo de mejor equipo del mundo y una copa del Rey, todas a los pies del ataúd de Antonio Puerta, he visto niños, niñas, mayores e incluso niñatos llorando con lágrimas. Y lo que más me ha llamado la atención de lo que he visto es la cantidad de coronas de flores que había. En concreto una que me ha dicho Javi pero que yo no he visto: de Hugo Boss.
Es en el pasillo de salida donde estaban todas las coronas, a ambos lados del mismo. Coronas de parte del R.C.D. Mallorca, de claveles bermellones completamente; del Barcelona, de flores también rojas pero con unas inmensas cintas azules y grana; del Betis había dos, una del club, y otra de los jugadores. Ambas iguales, de claveles blancos sobre un fondo de hojas verdes y cintas de color andaluz, verdiblancas. Otra del C.B. Cajasol, esta claro está, de flores rojas sobre un fondo de hojas verdes. Del Recre, de los Riazor Blues, del Getafe, del Valencia y otra de los jugadores del Valencia, del marca :-(, de algo así como una asociación de medios de comunicación, de la Federación Española, de muuuuuuuchas peñas sevillistas( tantas que ni las recuerdo), del PSOE... y un compañero del Florentino Fernández (os acordais) que nos decía "venga por favor, no se paren, por favor" y por culpa del cual no pude seguir leyendo cintas de coronas.
Yo la verdad es que creía que podría soltar alguna lágrima, pero no lo hice... no sé si es que soy demasiado frío ó qué. Estuve apunto cuando estaba leyendo algo en la puerta 16 (mejor con mayúsculas) Puerta 16, pero me pude contener.
Lo que no sé es qué será de nuestro equipo si la plantilla no se sabe reponer de esto, porque el viernes tenemos un partido que para mí ha perdido toda la importancia del mundo. Pero que cuando todo pase lo veremos como un título más no conseguido... ó conseguido. A ver si al que se le tiene que ocurrir lo aplaza igual que se hizo con el de Atenas.
Un triste saludo.
Yo no pude ir a verlo. Pero me sobrecogió ver algo que creo que nadie ha mencionado. Al pasar por la Puerta de Jerez camino de la Catedral (este finde semana he tenido aquí a una prima gallega de Patricia) ví una bandera del Sevilla con una foto de Antonio rodeada de velas. Me quedé un rato mirándola...no me podía creer que todo aquello fuese verdad. De hecho, aún no me lo creo.
También me ha sorprendido otra cosa. Es la primera vez en mi vida que me dan el pésame por alguien a quien ni siquiera conozco. Eso demustra quizá la grandeza de Antonio, del Sevilla FC, del fútbol. Me han llegado muestras de condolencia desde Madrid, Antequera, Barcelona...
Hasta el equipo de fútbol sala de Antequera ha puesto una señal de condolencia en su página web. (gracias José). Podeis verla aquí, www.antequerafs.info.
Lo que ví aquella mañana fue una mezcla de tristeza y felicidad. Tristeza porque Puertas ya no estaba entre nosotros. Pero alegría porque muchos béticos paseaban por nuestro estadio Ramón Sánchez Pizjuán con la camiseta de sus colores con absoluta tranquilidad, sin insultos, sin bromas ...con orgullo. Y ese orgullo me hizo querer aún más a esta ciudad porque ha sabido dar un lección de humanidad al resto del país, ese país que tanto nos criticó cuando el botellazo o la agresión al guarda de seguridad.
Sobre lo "vivido" dentro del estadio perdonadme pero me lo reservo para mi pues fue algo indescriptible.
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