En la primera parte, la imagen del equipo fue muy mala, cómo no se recordaba desde tiempos pre-caparrosianos. Osasuna se adelantó con gol de Plasil y Palop evitó el cierre definitivo del partido deteniendo un penalti a Puñal a la media hora.

Pero tras el descanso, la entrada de Duda, Maresca y Navas y el tempranero empate del palaciego sirvieron para que el equipo resurgiera, hiciera un mejor juego e incluso hubiera podido traerse los tres puntos si la madera no hubiera rechazado la falta directa lanzada por Duda en el descuento.
Empate, que rompe la racha de derrotas y permite encarar con algo más de tranquilidad la cita frente al Real Murcia del próximo domingo.
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