Sin delanteros

Sólo un equipo al que es imposible, no ya hacerle goles, sino ni siquiera ocasiones, es capaz de ganar partidos sin tener a ningún delantero en el campo. El único que quedaba sano, Lautaro Acosta, se lesionó ayer a los veinte minutos de partido, lo que obligó a Jesús Navas a actuar de delantero centro durante una hora.

Afortunadamente, cuando el Laucha se retiró, el equipo de Nervión ya ganaba por dos a cero, gracias a un cañonazo de Romaric (su juego crece conforme le va acompañando el físico) y al oportunismo de Renato, que aprovechó un centro de Konko (otro que se va consolidando en el equipo).


Desde ese momento, sólo hubo que nadar y guardar la ropa, asentados en una defensa infraqueable (lo de Fernando Navarro es impresionante; a ver si aguanta todo el año así), para dejar pasar los minutos y conseguir los tres puntos. Incluso sin delanteros, el Sevilla fue amo y señor del partido y pudo aumentar la cuenta, por ejemplo, en un clamoroso penalti que el árbitro, en un alarde de ceguera, sacó fuera del área.

Tres puntos para empezar, que en esta liguilla tan corta y en el seno de un grupo tan competitivo es un gran paso adelante. Ahora a intentar recuperar algún punta para el domingo; y si no, ahí está Fernando, la nueva perla de la cantera que ayer, en el poco tiempo que estuvo, apuntó buenas maneras.