¡¡¡Campeones!!!

El fútbol hizo justicia anoche. Huzo justicia porque anoche fue campeón el mejor equipo, el que mejor jugó y el que más se lo mereció. El fútbol mandó a la cuneta a los que sólo saben dar pelotazos y correr, a los que siempre tienen la suerte en el último minuto, a los que se limitan a defender y a meter la única ocasión que tienen. Anoche no fue campeón Italia con su juego rastreo, ni Alemania con su flor. Anoche la Eurocopa devolvió el desagravio que cuatro años antes hicieron al fútbol los griegos ganando el título con un fútbol ramplón como nunca antes visto. Anoche ganó el que jugó mejor y más bonito. Anoche ganó el fútbol. Anoche ganó España.

Ganó España, pero nuestro Sevilla Fútbol Club estuvo muy presente.

En la mejor selección de la historia no podían faltar jugadores del mejor Sevilla FC de la historia: uno que todavía no ha sentido nuestro escudo, Fernando Navarro, y otro que pasará a la historia por sus paradas y sus goles, Andrés Palop. Grande el gesto del valenciano enfundándose la camiseta de Arconada para hacer justicia con ese gran portero al que siempre se le recordará, injustamente, por un error.


En esta España campeona había también dos jugadores criados en la carretera de Utrera: Marchena, que hace once años ganaba la última Copa del Rey juvenil que teníamos hasta la conseguida antesdeayer, y Sergio Ramos. El de Camas, tantas veces abucheado en el Sánchez Pizjúan, comenzó a recuperar el cariño de los sevillistas luciendo la imagen de nuestro Antonio Puerta durante la celebración. Grande también Sergio.


Y es que Antonio también es campeón de Europa. Lo es porque jugó unos minutos en un partido de la fase de clasificación (el que perdimos en Suecia). Un trocito de esta copa va para el cielo. ¿Has visto Antonio? Otra vez campeón, y contra un equipo alemán como el que vino a Sevilla para que tu pasaras a la historia un jueves de Feria.


Y todo esto dirigido por un entrenador que se sentó en nuestro banquillo y que, como en todos aquellos equipos en los que ha estado, consiguió cumplir los objetivos y meternos en la UEFA. Sobre la dirección desde el banquillo y los cambios habría mucho que discutir (las victorias lo tapan todo) pero nadie podrá negarle que la elaboración de la convocatoria ha sido principal para el buen ambiente del grupo.


Y, como no podía ser menos, todo pasó en el estadio que lleva el nombre de un austriaco que también se sento en nuestro banquillo: Ernst Happel.