No hacía falta sufrir tanto

Pero se sufrió. Y más de la cuenta viendo la diferencia de juego entre el Sevilla y el Sporting en el partido que inauguraba la temporada en Nervión. En condiciones normales, el resultado hubiera sido un 4-0 o 4-1, pero una mezcla de fortuna y candidez defensiva pusieron el partido cuesta arriba muy pronto con un 0-2 en contra.


Pero ahí fue donde el Sevilla hizo realidad el lema de esta temporada de "con más pegada que nunca". Los inquilinos del Sánchez Pizjuán comenzaron a desplegar todo su arsenal ofensivo, comandados por un inconmensurable Maresca, hasta remontar el partido con goles de Chevantón, Kanouté (en el primer gol de la historia con asistencia del recogepelotas) y el propio Maresca.

Cuando todo parecía encarrilado y el 0-2 un mero susto, apareció Schilacci para hacer un penalti absurdo (otro) y dejar el partido en tablas a la hora del bocadillo. Pero en la segunda parte el Sevilla continuó con su vendaval ofensivo que, aunque sólo se tradujo en un gol de Kanouté, permitió una victoria tan merecida como sufrida.

Ahora la UEFA con un rival nada fácil, el Red Bull Salzburgo, de por medio y luego un partido peligroso porque los equipos de la parte baja de la tabla están dando sorpresas a los grandes en este inicio de temporada (el Numancia al Madrid y al Barça, el Racing al Sevilla y al Barça, el Valladolid al Atlético...).